Un amplio operativo policial se desplegó durante la tarde de este sábado en la comuna de Peñalolén, generando gran expectación en el domicilio de la jueza Irene Rodríguez. La magistrada, quien se encuentra suspendida y es investigada por la liberación del sicario Alberto Mejía, conocido como el «Rey de Meiggs», alertó a las autoridades por una supuesta amenaza, que finalmente resultó ser una confusión.

Carabineros y personal de seguridad municipal llegaron a la residencia de la jueza tras recibir una llamada de emergencia. Sin embargo, lo que inicialmente se especuló como una diligencia judicial o un ataque, fue rápidamente aclarado por la policía uniformada.

El comandante Francisco Galloso, de Carabineros, explicó que el incidente se originó por un malentendido. «Por un llamado que ellos recibieron, se asustaron por la situación mediática que están viviendo», señaló la autoridad.

Según el relato oficial, la jueza y su familia recibieron una llamada de una persona conocida. La comunicación se cortó abruptamente, al parecer por una falla en la conexión, lo que, sumado al «contexto que están viviendo», los llevó a interpretar el hecho como una posible amenaza y contactar a la policía.

«Al poder verificar la situación, se trataba de un conocido de ellos que la había llamado (…) escucharon algo extraño, no se puede definir bien lo que se escuchó, pero se cortó«, detalló el comandante Galloso.

Debido al procedimiento, el tránsito en la calle de la jueza fue interrumpido por cerca de 20 minutos para verificar la situación de manera segura. Una vez aclarado el malentendido, todo volvió a la normalidad.

Finalmente, se confirmó que, a raíz de la polémica por la liberación del sicario, la jueza Rodríguez cuenta con patrullajes preventivos y rutinarios por parte de Carabineros y seguridad municipal en los alrededores de su domicilio.