Ignacia Michelson es una de las figuras más reconocidas de los realities en Chile y México. Su paso por programas como «Resistiré», «Acapulco Shore» y «Gran Hermano» la catapultaron a la fama, pero su camino hacia la televisión no fue nada fácil, especialmente por la oposición de su familia.

Antes de convertirse en una estrella mediática, la influencer llevaba una vida muy diferente. Estudió en un colegio católico y, a pesar de su característica rebeldía, llegó hasta el último año de la carrera de Derecho. Sin embargo, decidió abandonar la abogacía para seguir su verdadera pasión: la televisión.

Esta decisión generó un profundo quiebre con su padre, a quien su hermana Javiera Michelson describió como una persona muy estricta y conservadora. «Mi papá siempre fue muy exigente y crítico», reveló Javiera, explicando que él esperaba que Ignacia siguiera una carrera convencional y no aceptaba su incursión en el mundo de los realities.

«Para un papá conservador como él, fue difícil aceptar esa decisión y al principio no lo toleraba mucho«, agregó su hermana. La tensión familiar era evidente, y la falta de apoyo de su padre fue un obstáculo emocional para Nacha.

Sin embargo, todo cambió durante su participación en «Mundos Opuestos». En una emotiva actividad, Ignacia recibió un mensaje de su familia que la hizo llorar de emoción. El texto, firmado por sus padres y su hermana, expresaba un profundo orgullo y admiración.

Lo más sorprendente para ella fue la participación de su padre en el mensaje. «Me sorprende que mi papá me escriba, porque es muy frío. Siempre me ha criticado todo, porque le carga este mundo, le carga este medio», confesó Ignacia entre lágrimas.

El mensaje concluía con palabras de apoyo incondicional: «Lo estás haciendo súper bien, mi pequeña gigante. Te amamos y te extrañamos». Para Ignacia, estas palabras significaron el fin de una larga lucha por la aprobación de su padre. «Que ahora me diga estas cosas me pone muy feliz», concluyó, visiblemente emocionada por haber logrado finalmente la aceptación que tanto anhelaba.