La calma previa al duelo de eliminación entre Mario Ortega y Marlen Olivari estuvo lejos de ser serena. En el pasillo principal, risas nerviosas y miradas de complicidad se mezclaron con susurros que hablaban de traiciones y secretos a punto de estallar. Los participantes respiraban hondo, sabiendo que el próximo reto podría definir el futuro de sus alianzas.

Joche Bibbó, siempre directo, fue el primero en lanzar la bomba: “Estos dos, ya fueron. Posta te lo digo, no de mala onda”. A su lado, Daúd Gazale remató con ironía: “Si no se activa, fue. Se quedan conversando hasta muy tarde”. Esa crítica sobre la pareja Luis Jiménez y Disley Ramos creó un vacío de duda: ¿estarían los “Mago” y la influencer perdiendo fuerza justo antes de la votación?

Entre risas cómplices, Juan Pedro Verdier confesó su plan para derrumbar al poderoso equipo Espartanos: “Es cuestión de desarticular una parte del castillo de naipes y cae por completo. Y esa carta, se llama Disley”. La frase, cuchillo en mano, dejó a más de uno calculando movimientos en clave de ajedrez. ¿Podría una sola persona desatar la caída de todo un bloque?

Por si fuera poco, Mario Ortega lanzó su propia pulla contra Gazale y compañía: “Dije en entrevista que allá había una mafia. Y que no me gustaba que se sintieran dueños de toda la h…”. La palabra se quedó en el aire, como un eco de orgullo herido. “Mañana comienza la caída de ‘Espargüanos’”, añadió Juan Pedro con sonrisa de medio lado.

En un rincón, Luis le soltó a Disley una confesión inquietante: “¿Cómo estás tan segura de lo que van a mostrar y no van a mostrar?”. La influencer, firme, respondió que la relación no podía ser el único titular. Esa tensión promete ser el detonante de escenas que marcarán el capítulo.

Más tarde, Matías Vega reunió al grupo para una dinámica explosiva: niños haciéndoles preguntas incómodas. Cuando uno le soltó a Marlen “¿Por qué siempre te nominan?”, la showoman no dudó: señaló a Daúd como el responsable de sus noches en vela. El ambiente se tornó eléctrico.

Y llegó el gran momento: el duelo de eliminación. Karla Constant explicó que Mario y Marlen deberán encender cuatro antorchas con un péndulo en llamas. El pulso se aceleró, las respiraciones se hicieron pesadas y la presión de la competencia alcanzó su punto máximo.

El Análisis de ChileUno

La casa de Atenea se ha convertido en una partida de ajedrez con antorchas encendidas. Entre mafias, estrategias y confesiones al desnudo, la verdadera jugada maestra será descubrir quién pierde la calma antes que las piezas del juego. ¿Quién crees que encenderá las cuatro antorchas primero? Etiqueta a ese amigo que no se perdería ni un segundo de este duelo.