El silencio en la casa de Mundos Opuestos se rompió justo antes de la hora del almuerzo, cuando Princeso, visiblemente conmovido, confesó un dolor que llevaba guardando desde que entró al reality. Con la voz entrecortada, admitió que llevaba siete meses sin abrazar a su hijo y que cada día ese vacío lo consumía por dentro. En ese instante, Daúd Gazale se acercó, previo a terminar su jugada, y sin rodeos le lanzó un consejo que encendería una llama de determinación en el participante: “Tienes que luchar por él”.

Lo que vino después pareció una escena de película. Con tono de mentor, Daúd señaló que el sufrimiento del niño era el motor más poderoso para derribar cualquier barrera. “No ustedes, él. Dejen las diferencias a un lado, porque los niños necesitan a su papá”, le subrayó. Entre miradas cómplices, Princeso asintió y, casi sin pensarlo, tomó una decisión que cambió el rumbo de su paso por el encierro: descartó su salida hacia Viña del Mar y juró que al salir correría hasta Rancagua para golpearle la puerta de la casa de su ex, dispuesto a todo para ver a su pequeño.

Lo más sorprendente no fue la promesa en sí, sino la convicción que lo invadió mientras relataba su plan. Imaginó la escena en la que, tras la videollamada diaria, aparecería sin aviso en la puerta de su hijo. Saltarían abrazos, soltaría esa risa que tanto extraña y, quizás, arrancaría lágrimas de alegría en toda la familia. Algunos compañeros especularon con que su ex podría negarle el paso, pero Princeso lo vio como un reto más que vencer. Incluso bromeó en voz baja: “Si tengo que trepar la muralla, lo hago”.

Este giro le dio un vuelco al juego. De ser el concursante bromista y polémico, pasó a ser el padre dispuesto a todo por recuperar lo perdido. Fans en redes ya dividen bandos: ¿apoyan su determinación o creen que el show está aprovechando su historia para ganar rating? Entre memes y teorías, crece la especulación sobre si, al salir, imprimirá pancartas o convocará a la prensa. Mientras, Daúd Gazale sigue siendo el confidente que lo impulsó a romper su propia burbuja y poner el corazón en el centro de la trama.

El Análisis de ChileUno

Lo que empezó como un consejo sincero terminó en un acto de amor extremo que podría redefinir la imagen de Princeso en el reality. Su radical decisión no solo añade drama, sino que humaniza a un participante acostumbrado a la controversia. Ahora la gran pregunta es si esta estrategia de vulnerabilidad se mantendrá cuando se enfrente a la madre de su hijo o si el verdadero desafío será combatir las cámaras por su familia. ¿Crees que logrará reencontrarse con su pequeño o todo quedará solo en palabras al aire? Etiqueta a ese amigo que necesita ver esta historia y opinar.